Martes de insomnio

Eugenio Gutiérrez


Ojos como alucinógenos

En algún rincón de la montaña es donde cada quien se siente seguro, donde el ruido externo se pasa como cascajo. Donde el único sonido que registra mi mente es el de tus párpados amaneciendo.

Aunque el mañana sea una realidad alterada del presente, no quiero que llegue, quiero que el ahora sea siempre, quiero que el siempre sea presente. Y que seas tú lo eterno. 

Fuiste tú la que rompió el reloj. La que refleja los rayos del sol sobre la Huasteca. 

En mi rincón, las luces de la ciudad parecen gotas de una lluvia ácida. Y cada paso que marcan los ciudadanos como termitas devorando un pedazo de madera. Alternando ilusiones cada vez que salen al trabajo en los lunes lluviosos.

Algo sobre ti me quita el miedo de cerrar los ojos en la oscuridad

Despertar temprano y verte a tí atravesar los rayos de luz que entran por la cocina, con una camisa de mi olor, que no sea tu talla, que no sea tu estilo, pero que la uses porque te recuerda a mí, y que me abraces aunque aún no puedas abrir los ojos. Ese es mi sueño. Ser parte de tu vida mientras tú ya eres la mía. Usar nuestros ojos como alucinógenos para olvidarnos de los domingos por la noche. 

Amo tanto sin pensar, me inyecto tu mirada, me hace levitar. 

Tú eres mi motivo. Eres la razón por la cual se cruzan los mares. Eres este instante. Eres mi fortuna. Eres por lo que sangro, sudo, lloro. Eres la X en mi mapa. Eres la mejor parte de una canción de Peter Gabriel. Eres la razón porque corro toda la carretera 66 de Estados Unidos, y al mismo tiempo eres la razón porque me quedo estático. 

Circulo la tierra buscando el momento perfecto. Pero quizá lo tiene ella escondido en su bolsillo izquierdo. Quizá dentro de sus ojos está la ecuación que nos salva a todos. Y solo la tengo que ver a los ojos sin parpadear. 

Creando materia, alucinando reinos.

Dar una sonrisa, una mirada lagrimosa a veces vale más que cualquier moneda.

Creo que es de locos, entonces no soy loco, loquísimo.

Haces que las flores aparezcan alrededor de tu rostro.

Eres el motivo de mi caminar. Eres la electricidad que pasa por todos mis nervios. Eres mi reacción química.

Eres mi rincón en la montaña 

Eres aquella cosa que se acuesta por el oeste todas las tardes a las 6:35pm.

Eres los fotones de cada estrella que invade mis ojos.

Eres la que hace que mi lengua patine al hablar.

Eres la certeza infinita de mis latidos irregulares.

Eugenio Gutiérrez, © 2024



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Sobre Mí

Soy Eugenio Gutiérrez y mis ojos están llenos de historias.

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