
A veces todo tiene sentido. A veces sientes los eclipses alinearse a tu favor. A veces sientes las miradas como diamantes escondidos. A veces me encuentro sonriendo para ver quien me reconoce. A veces todo lo anterior es una farsa. A veces enseño los dientes porque no encuentro otra manera de esparcir lo que siento, lo que amo. A veces te amo ahora.
Todo parece acomodarse cuando llegas al final del arcoíris. Suena la canción deseada en mi mente, veo el atardecer representar toda mi vida. Como si fuera el último. Como si fuera el primero. Como si fuera ahora.
Quizá hoy volaremos dentro de las partituras de Bach, en las melodías de Queen, en los pensamientos de García Márquez, en tú ático, en la última temporada, en la última Navidad, en esa con el final feliz. ¿Ese existe, no? Madres, bueno chingue su madre.
Dejemos de impedir el final, llegará junto a esa canción de outro, junto a tu cabeza, junto al atardecer, junto al principio nuevo que es el mañana, el amanecer que me da verte sonreír.
Eugenio Gutiérrez, © 2024

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